sábado, 29 de enero de 2011

carta a la República Helénica

Hola, quizá este no sea el mejor saludo después de todo lo que ha sucedido, pero sabes que los formalismos nunca han sido lo mio, no se por donde empezar,  tal vez preguntándote... ¿como has estado? ¿que dice la vida cotidiana después de esta ultima tormenta? Cuentame, ¿aun continuas con aquellos proyectos? ¿sigues conservando ese viejo brillo de esperanza? Dime ¿hay alguien a quien te encargues de hacer feliz ahora? Disculpa si resulto inquisitivo, pero hay tantas preguntas que quisiera hacerte aunque se que no recibiré respuesta alguna, es como si mandara una señal al espacio en busca de vida extraterrestre, con la esperanza de escuchar de vuelta el eco, esa señal que me haga saber que no estoy solo en este espacio; sera que siempre me dejo traicionar por el inconsiente o simplemente hay una parte de mi, una muy pequeña, que no se resigna a dejar de creer, a dejar de soñar, será que el inconsiente soy yo, por no haber previsto que esto sucedería, pero de cualquier forma dejame decirte que ahora lo veo todo claramente y aunque no es fácil de decir, es justo mencionar que a pesar de que el dolor comienza a tornarse menos intenso, confieso ahora que te he extrañado mucho, que no he pasado mas de 7 minutos sin dejar de pensar en ti y en todo aquello que te llevaste la noche que me sacaste de tu vida, como un huracán, te lo llevaste todo ¿será que fue tan alto el precio que tuve que pagar por no haberte sabido conservar? Realmente me pregunto a veces que fue todo eso que pasó, a veces realmente creo que he vivido cosas que no me correspondían, como si esta vida no fuera mía, como si no fuera parte de esta existencia a la que llamamos realidad, pero también he de decir que no siempre fue así, aunque ya todo me resulta tan extraño, que creo ahora que ya ni siquiera me interesa saber el porque, si es que realmente valió la pena; francamente tengo que ofrecerte una disculpa, por no haber anticipado tu llegada, por no haber leído el contrato antes de firmar, por haber saltado sin mirar, por haber abusado de mi suerte,  por no haber creído en mi, por no haber tenido la fuerza suficiente para vencer nuestras adversidades y luchar por ti, por no haber visto mas allá cuando me necesitaste y tan solo pedías amor, entre muchas otras cosas que podría enumerar.

Ahora, en donde quiera que estés, solamente espero poder redimirme contigo de alguna forma, todavía no me queda claro como, pero se que un día de estos lo haré, entonces todo sera distinto y quizá alguna vez pueda regresar y todo será como debe ser, o incluso tal vez mejor que antes, esto es todo lo que puedo decirte por ahora...
...solo esperame un poco mas.

domingo, 2 de enero de 2011

El frío

Un día mas a pasado y una pregunta me ronda la cabeza insesantemente ¿que tan grande puede ser el dolor que uno mismo puede o esta dispuesto a soportar hasta llegar a ser feliz o morir en el intento? Esta navidad definitivamente fue por mucho una de las mas tristes hasta ahora y este año que pasó el que mas cambios a traído a mi vida; no se si sea por el frio que siento ahora o por tanto tiempo transcurrido, por darme cuenta de como las cosas van cambiando y uno ve las flores marchitarse sin remedio, pero todo es tan intenso y a la vez tan indiferente ahora, siento que me acerco al borde, no se como pueda sonar esto en realidad pero es algo delirante sentirse cerca sin mirar hacia abajo, creo escuchar a los fantasmas tocar a mi puerta, no se a que vengan esta vez, quizá solo sea un pequeño lapsus de esquizofrenia trasmitido a través de lo que escribo, pero tengo la necesidad de hacerlo ahora, sobre todo porque hay un fantasma viviendo conmigo actualmente, uno que no me deja solo mas de 7 minutos, me acompaña a todos lados, creo que ha consumido la ultima ración de fe que me quedaba y ahora es lo ultimo que tengo, uno que me regala altas dosis de tristeza y dolor, mismo que me inmoviliza, como una pesadilla que se repite una y otra vez, una que me presiona para saltar al fondo del abismo esperando la remota posibilidad de encontrar algo diferente en el fondo, para calmar esta ansiedad intento distraerme y miro en las cosas cotidianas, tratando de encontrar pedazos de lo que ayer me dio felicidad y ahora se han ido sin darme cuenta hasta ahora, la mayor parte para siempre, de recordar esos momentos en los que hubo grandes espectativas, que si, es bueno recordar, pero pasado su efecto me hacen caer al suelo como una bala de cañón, trato de ver en esos rostros familiares el calor que alguna vez me transmitieron, pero ya no puedo sentirlo, es como si algo dentro de mi se hubiera roto, trato de correr mentalmente el tiempo atrás, día tras día con la falsa promesa de las cosas poder cambiar, con inútiles resultados.

Cada mañana se convierte en un nuevo recordatorio de lo que ahora son las cosas, matizada con un ligero toque de esperanza y un poco de alivio, cortesía de las largas horas de sueño, que resultan lo mas cercano a la paz que puedo disfrutar en estos momentos, pero poco después de abrir los ojos observo a mi ahora amigo el fantasma dandome los buenos días y una vez mas empieza la jornada diaria, a la que empiezo a habituarme después de varias semanas. Un año mas a comenzado y con el una década a concluido y todos los buenos propósitos y deseos del mundo se hacen presentes en este ritual incesante de las personas por encontrar una razón para comenzar de nuevo, aunque cada año las cosas parezcan menos favorables, pienso que es estúpido pero supongo que la gente lo necesita,  aunque hoy es un hecho que nada de eso influye sobre mi ahora, solo se que dentro de mi es invierno, uno sumamente crudo, en que la nostalgia se respira por todas partes y el aire es mas frio que cualquier otro, la primavera tardará en llegar mas de lo esperado, aunque francamente ya no la espero.