Sin afán de ofender al genero femenino al cual respeto y
admiro, es verdad que detesto la actitud que tienen no pocas mujeres (y
hombres) con respecto a lo que creen es el feminismo y el machismo.
Aquellas que andan por ahí con bandera de feministas y que
por lo regular suelen quejarse, haciendo generalizaciones sobre los hombres y
que alegan demandar derechos y equidad, misma que de forma irónica no ofrecen,
e incluso han aceptado cómodamente cosas que son típicas de la sociedad
machista en la que vivimos aun y que nisiquiera saben que lo son (muchas veces
disfrazadas de caballerosidad).
Aquellas que en pleno siglo XXI siguen creyendo fielmente,
que aunque tengan un trabajo similar o mejor pagado, es el hombre quien debe
proveer o pagar la mayor parte solo por serlo, aquellas que esperan que es el
prospecto que les gusta quien debe conquistarlas y tratarlas cual si fueran
princesas (al menos al principio), las que piensan que un hombre debe asumir un
rol y comportarse de tal o cual manera porque su obligación es protegerlas, y
que nosotros debemos tolerar cabalmente cualquier capricho, falta de tacto o
consideración solo por el hecho de que son mujeres, y que al parecer muchos
ignoran (intensionalmente o no) que también pueden ejercer un control a través
de su condición de género y su sexualidad, tanto físico, social como legalmente
¿No es eso algo contradictorio para alguien que se dice feminista y apoya la igualdad?
Me queda claro que hombres y mujeres NUNCA seremos iguales,
tanto por cuestiones fisiológicas como culturales, pero una mujer que espera
ser tratada como una princesa u obtener un beneficio en base a su condición de
género por sobre el otro, es todo menos feminista, y una que no este de acuerdo
con que tener un derecho siempre conlleva una obligación, tampoco esta a favor
de la equidad, por favor ¡¡Ya no vivimos en 1800!! las mujeres han demostrado
ser perfectamente capaces e independientes sin necesitad de tener un
"caballero" que les abra la puerta o las respalde, y no porque este
mal quererlo o esperar algo de una pareja, pero debemos ser coherentes con lo
que pedimos y opinamos del genero opuesto para tener una sociedad
verdaderamente equitativa.