domingo, 6 de septiembre de 2015

exigencias contradictorias

Sin afán de ofender al genero femenino al cual respeto y admiro, es verdad que detesto la actitud que tienen no pocas mujeres (y hombres) con respecto a lo que creen es el feminismo y el machismo.

Aquellas que andan por ahí con bandera de feministas y que por lo regular suelen quejarse, haciendo generalizaciones sobre los hombres y que alegan demandar derechos y equidad, misma que de forma irónica no ofrecen, e incluso han aceptado cómodamente cosas que son típicas de la sociedad machista en la que vivimos aun y que nisiquiera saben que lo son (muchas veces disfrazadas de caballerosidad).

Aquellas que en pleno siglo XXI siguen creyendo fielmente, que aunque tengan un trabajo similar o mejor pagado, es el hombre quien debe proveer o pagar la mayor parte solo por serlo, aquellas que esperan que es el prospecto que les gusta quien debe conquistarlas y tratarlas cual si fueran princesas (al menos al principio), las que piensan que un hombre debe asumir un rol y comportarse de tal o cual manera porque su obligación es protegerlas, y que nosotros debemos tolerar cabalmente cualquier capricho, falta de tacto o consideración solo por el hecho de que son mujeres, y que al parecer muchos ignoran (intensionalmente o no) que también pueden ejercer un control a través de su condición de género y su sexualidad, tanto físico, social como legalmente ¿No es eso algo contradictorio para alguien que se dice feminista y apoya la igualdad?

Me queda claro que hombres y mujeres NUNCA seremos iguales, tanto por cuestiones fisiológicas como culturales, pero una mujer que espera ser tratada como una princesa u obtener un beneficio en base a su condición de género por sobre el otro, es todo menos feminista, y una que no este de acuerdo con que tener un derecho siempre conlleva una obligación, tampoco esta a favor de la equidad, por favor ¡¡Ya no vivimos en 1800!! las mujeres han demostrado ser perfectamente capaces e independientes sin necesitad de tener un "caballero" que les abra la puerta o las respalde, y no porque este mal quererlo o esperar algo de una pareja, pero debemos ser coherentes con lo que pedimos y opinamos del genero opuesto para tener una sociedad verdaderamente equitativa.