Pocas cosas me parecen tan tristes como lo es el olvido, quizá no mas que olvidarse de uno mismo, como tanta gente hacemos, a veces me pregunto:
-¿a donde van las cosas que olvidamos?
tontamente me respondo
-a la nada
y pienso si no es ahí a donde van todas las cosas en algún momento, a donde vamos a parar todos nosotros al ser olvidados.
Ignoro en lo absoluto cuanto tiempo me quedará para dejar de ser recordado, para convertirme en un olvido, ni siquiera en un fantasma o una sombra, simplemente un olvidado, como tantos, como casi todos nosotros, los que aun no nos hemos fijado a este mundo y a sus cosas, donde quizá nada importa de todas formas, porque sera olvidado, nadie sera testigo de la existencia o de los actos, porque al final serán devorados por la inmensidad del tiempo, por eso tal vez será, que solo escribo esto como un precario y torpe intento por conservar algo, por creer que en algún momento alguien puede pensar en mi olvido y recordarme sin ser conocido.
Tal vez solo se trate de existir en este mundo por el mayor tiempo que podamos, obviamente mucho después de nuestra propia muerte.