lunes, 12 de marzo de 2012

si tocas a mi puerta, dire que no estoy...

Creo que después de tanto batallar, sufrir y gozar en el pantano de mis emociones, por fin he alcanzado la tan anhelada estabilidad que tanto buscaba, lo único malo de dicha estabilidad es que resulta ser un tanto gris y monótona, supongo que es el precio que uno paga por la falta de intensidad, la cual amenaza con manifestarse en cualquier momento y en mas de una forma, casi podría asegurar que me persigue con insistencia, esto es lo que quiero decirle ahora: 

Tanto soñé contigo, tanto te busque, tanto te desee, tanto te tuve y tanto te perdí, que ya no quiero que regreses a mi de nuevo, por lo menos no hasta saber que es lo que realmente quiero de ti, porque sigo pensando en ti, porque te necesito y porque tendría razones para no creer que puedo ser completamente feliz en tu ausencia, sin embargo ahora que no quiero, ahora que no espero algo de ti, sigues llamando a mi puerta en forma de nuevas oportunidades, oportunidades de dejar este dulce tormento al cual  yo llamo soledad, mi eterno, único y siempre fiel compañero, quizás lo único que realmente poseo además de mi mismo.

¿Que es lo que sucede esta vez? ¿será acaso el miedo de abrir viejas heridas, o peor aun, construirme unas nuevas? o es que acaso será que he perdido la fe, esa que nos lleva a ilusionarnos con aquello que queremos, que anhelamos con todas nuestras fuerzas poder creer, aunque la razón nos diga otra cosa, creer en eso a lo que llamamos amor, o para ser mas específicos, al amor erótico de Eric Fromm, aunque el tiempo y las vivencias nos lleven a creer que quizá solo se trate de un invento mas del hombre para justificar lo que sentimos, así como Dios justifica nuestra existencia, privandonos a idiotas como yo del placer de pensar y cuestionarnos.

¿Que carajos es lo que intento demostrarme esta vez con esta resistencia? ¿Que soy resistente al amor? ¿Que no lo necesito como el resto de la gente cree? o como yo lo veo, que simplemente existen otras formas de experimentarlo, formas que no involucran la entrega total, la posesión, o la idealización del ser amado, limitandolo a un único ser y por ende, aumentando significativamente las posibilidades de agotar lo que puede dar; yo solo se que no estoy dispuesto a vivir mas en la mentira y la mera fantasía como una persona ordinaria, a no ser uno mas en la lista de los olvidados de alguien, ni acumular mas corazones rotos a mi cuenta, que quiero amar y ser feliz a mi manera loca y poco convencional, y que lo lograre sin importar lo que me cueste, no importa si para ello tengo que dar la espalda al amor, y así tal vez aprender a valorarlo.

Por el momento solo se que si tocas a mi puerta, diré que no estoy... esta vez no.