viernes, 10 de diciembre de 2010

masoquismo emocional, un gusto culposo

Después de hacer un poco de limpieza (cosa que hacia falta) sentí la imperiosa necesidad de escribir algo sobre lo que estaba pensando tras escuchar cierto disco arrumbado. ¿Porque razón las personas nos deleitamos en muchas ocasiones provocandonos cierta clase de emociones al escuchar, ver o recordar cosas que nos producen dolor? sobre todo cuando de decepciones amorosas se trata, como esas canciones que cuando las escuchamos nos remiten a momentos de nuestra vida en los que sufrimos o gozamos intensamente, y que al escucharlas pueden dolernos aun después de mucho tiempo, leer aquellas viejas cartas en las que el panorama lucia tan distinto en aquel entonces, o ver aquella película que se estreno o se vio por primera vez en algún momento memorable o mas afortunado así como todo aquello que nos haga recordar esos momentos que fueron muy dificiles y quizá no se han dejado atrás, no se ¿sera acaso esa necesidad que tenemos los seres humanos de sentirnos vivos? ¿que sustancias serán las que se producen en nuestro cerebro en ese momento que son tan adictivas?  en definitiva ¿porque se siente tan bien sentirse tan mal? esta actitud masoquista o naturalmente dramática que tenemos muchas personas y que popularmente nos hace frecuentar bares en compañía de los mejores amigos o simplemente agarrar la botella para según uno, sacar ese dolor, para llorarle a el o ella, o cualquier otra formula que se tenga para recordar ese momento una vez mas y con ello tal vez poder revivirlo u olvidarlo, cosa que sabemos es completamente falsa, quizá purgarlo sería un termino mas adecuado, sin embargo es como una especie de ritual que tenemos las personas como parte del proceso de luto o aceptación tras una perdida importante, dicen que la tristeza tiene la labor de poder llevarnos por ese proceso de aceptación mas facilmente con la finalidad de superarlo y eventualmente continuar adelante, pero lo interesante es ver como aprendemos a manipular este mecanismo para volver a ese dolor tan estimulante y que aprendemos a disfrutar como parte del proceso o mas aun es cuando recurrimos a estos rituales aun después de mucho tiempo de aquella perdida, cuando ese dolor se convierte en una especie de droga, quizá para muchos eso sea estúpido o irracional pero existen muchas personas que sienten un gran placer por el hecho de sentirse tristes o que simplemente saborean ese dolor como una malsana costumbre que solo ellos y las personas que lo hacen entienden bien (me incluyo) contrastando un poco con el concepto de que son la clase de emociones que se deben evitar, pero a fin de cuentas quien dicta lo que es correcto o necesario sentir para estar bien, a fin de cuentas termina siendo algo subjetivo como lo son todos estos temas, supongo que es como si uno tuviese espinas en la memoria, las cuales no esta dispuesto a cortar, pero sea cual fuese la naturaleza o condición de los detonadores que nos llevan a realizar dichos rituales, es un hecho que las personas los seguirán como una tradición, ya sea aderezándolos con alcohol y música viva en garibaldi (que eso si es una tradición) hasta viendo una película en la soledad de tu cuarto y de tus propios recuerdos en alguna fecha importante o simplemente cada que el corazón asi lo solicite, son aquellas pequeñas cosas de la vida que como se sufren... pero ¡ah como se gozan! ya que todos los sentimientos son importantes tenerlos presentes y experimentarlos para poder distinguir la diferencia que existe entre las cosas que nos hacen sufrir y gozar, las cosas de la vida, ya que sean del modo que sean todas son emociones, que cual una buena botella de vino es gratificante beber de vez en vez, con moderación claro esta y de forma variada para no caer en la rutina, aunque alguna vez haya que dejarse llevar al limite para experimentarlas al máximo y no olvidar que somos seres humanos y es parte de nuestra naturaleza ser emocionales, aunque muchas veces lo queramos reprimir, pero esa es otra historia. Por mientras aqui los dejo con la canción que me inspiro a escribir esta entrada.



1 comentario: